Juan Manuel Abal Medina

Hoy el pueblo peronista fue anoticiado de una triste noticia; el último secretario general del movimiento, una de las mentes mas brillantes e importantes del peronismo fallece el domingo en el aniversario 70° del bombardeo a plaza de Mayo.

Quiero hablar un toque de una figura a la que admiro mucho y por la cual me siento tan interpelado.

Juan Manuel nació el 1 de mayo de 1945, era chico durante los 2 gobiernos de Perón, fue en su juventud cuando empezó a militar reinvidicando la vuelta del general.

Perón, que en su gestión le había dado tanto a su pueblo en ese momento se encontraba proscripto y perseguido.

Juan Manuel ya tenía una militancia encima, pero el asesinato de Pedro Eugenio Aramburu en manos de su hermano Fernando Abal Medina y su posterior asesinato en manos de los militares le darían un renombre dentro del movimiento.

Luego de mucha militancia, Juan empieza a ser cada vez más intimo a Perón, ocupando paulatinamente un lugar mayor dentro del movimiento.

En 1972 el General lo asigna como secretario general del movimiento, en su rol era la voz de Perón en el país, su lealtad, inteligencia, perspicacia y capacidad de manejar y solucionar conflictos hicieron que la "operación retorno" y su tercera presidencia hayan sido posibles.

Cuando pienso la historia de Abal Medina y de la juventud peronista, se me hace imposible no compararlo con el vínculo de nuestra generación con la década ganada y CFK.

La mayoría de pibes que hoy militamos en el peronismo eramos niños durante los gobiernos de Néstor y Cristina, nuestra militancia se ve impulsada con la nostalgia de gobiernos que no llegamos a vivir en su máximo esplendor.

Ambas juventudes y líderes se cruzan, la vuelta de una proscripción a la figura más importante, y el aumento desmedido de la violencia política me hacen preguntarme si vivimos en un eterno loop.

Abal Medina es un ejemplo de lealtad, de militancia, de voluntad. Compañeros tienen razón, los últimos días estuvieron cada vez más nublados y lluviosos, pero nos toca agarrar el paraguas, bancar el agua, que la lluvia no es para siempre, y que el peronismo...

Siempre vuelve.